domingo, 28 de septiembre de 2008

Bom dia

Cuando desperté esta mañana y vi que no te tenía al lado, supe, de repente, que ni siquiera habías venido. Cuando desperté esta mañana y vi que no te tenía al lado, supe, de repente, que ni siquiera habías venido. Cuando desperté esta mañana y vi que no te tenía al lado, supe, de repente, que ni siquiera habías venido....

Hubiese podido quedarme esperando a que abrieses la puerta, impaciente por diluirme bajo tu sombra. Lo habría hecho de haber bailado menos coladeiras y más funaná...

Pero esta mañana, cuando desperté, la sensación de desolación y estupidez volvían a pintar lamentos, así que se me cristalizan las ganas y me rompo otra vez... Con la dignidad descompuesta en las manos decido escribirte unas palabras en la puerta a lápiz.

Tendría que haber usado el pentel...

1 comentario:

pulsatilla dijo...

sí que me llegas, sí... Vales mucho, y más, (si se pudiera hablar en estos términos al referirse a las personas), aunque no te conociera en absoluto podría decirlo sin equivocarme.

La parejita feliz ya no es tal, ahora estamos felizmente desemparejados. El encuentro fue muy grato, y el desencuentro, sorprendentemente, también. ¡Qué vida esta!