Cuando desperté esta mañana y vi que no te tenía al lado, supe, de repente, que ni siquiera habías venido. Cuando desperté esta mañana y vi que no te tenía al lado, supe, de repente, que ni siquiera habías venido. Cuando desperté esta mañana y vi que no te tenía al lado, supe, de repente, que ni siquiera habías venido....
Hubiese podido quedarme esperando a que abrieses la puerta, impaciente por diluirme bajo tu sombra. Lo habría hecho de haber bailado menos coladeiras y más funaná...
Pero esta mañana, cuando desperté, la sensación de desolación y estupidez volvían a pintar lamentos, así que se me cristalizan las ganas y me rompo otra vez... Con la dignidad descompuesta en las manos decido escribirte unas palabras en la puerta a lápiz.
Tendría que haber usado el pentel...
Shanghai A la vista
Hace 5 años
1 comentario:
sí que me llegas, sí... Vales mucho, y más, (si se pudiera hablar en estos términos al referirse a las personas), aunque no te conociera en absoluto podría decirlo sin equivocarme.
La parejita feliz ya no es tal, ahora estamos felizmente desemparejados. El encuentro fue muy grato, y el desencuentro, sorprendentemente, también. ¡Qué vida esta!
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