viernes, 17 de octubre de 2008

Nuit

El cielo está rojo, de un rojo plomizo, con el color de las flébiles madrugadas de gabardina y cuello alzado, de llovizna y calima, de luces parpadeantes y paisaje distorsionado, de frio ambarino y nostalgia envolvente...subimos las escaleras que nos conducen a la azotea, ¡camina con cuidado! las tejas oscilan en cuanto apoyas un pie (no te digo si pones los dos..). Escalamos como gatos, saltando de habitación en habitación, de casa en casa, de tejado en tejado:

- "Ahora estamos encima de la casa de la mujer con sombrero de flores y zapatos de charol!"

- "y este es el baño del vecino de mirada desconfiada y mano bajo el gabán" - suena la cisterna.. no podemos sino reir y salir corriendo!

- " ¿sabes? creo que podríamos recorrer la ciudad entera saltando de casa en casa, viendo como las parejas hacen el amor, contando los orgasmos de los que puede disfrutar la ciudad en una sola noche... mejor, ¿por qué no me haces el amor aquí mismo? vamos a entrar dentro del padrón del deleite..."

Cada azotea tiene un color distinto, una textura diferente, lo siento en la piel, a través de los zapatos... en la espalda, cuando me coges por la cintura y me apoyas entre los mínimos espacios que hay entre cada teja. Cuando me acaricias la cara y mientras miro a la bóveda grana me cantas al oido...

"...take me to the moon, let me play among the stars..."

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