martes, 7 de octubre de 2008

rayo

Imponente. Noventa metros de eslora se expanden hacia el horizonte donde el atezado límite sólo deja ver las luces que indican que, por una vez, no es vacío lo que sucede a la oscuridad.

<<...Allá al fondo está la muerte, ¿te atreves a encararla?...>>

La noche está increíblemente hermosa, las estrellas lucen con todo el esplendor que las urbanas luces de neón consienten, que ya es...

La dilación del barco está ataviada con flotadores en azul y blanco...una enclenque escalera de cuerda es la única invitación perceptible del barco para abordarle, aún así impele...

<<Sujétese con una mano el alma, mientras con la otra se apuntala la hombría...>>

Llegamos a la parte de arriba, la visión es espectacular, el olor a madera húmeda y restos infectos del puerto queda entre medias de la sutileza y la laceración...

<<Ahora se abre un nuevo plazo, el de Santiago remontando su barca, el de Ismael planeando su gran caza en el Pequod, el de Farragut ansiando su cetáceo...>>

Abrimos escotillas, buscamos entradas, salidas y agallas para hacerlo, nos puede la cobardía... los plazos de ensoñación acaban con un súbito e indeseado desenlace, nos puede la cobardía...es que no estamos hechos de sal y epopeyas...

1 comentario:

Patti LaBelle dijo...

Alex mi Alex que anda en Lisboa??? mmmmm q tal va todo?
A ver si me escapo a verte!
El libro lo publico como editora, pero sí me das una dirección te lo mando.
Besos